Reflexión de Jon Sobrino en conmemoración
del 11 se septiembre
(TRANSMITIDO
POR RADIO NACIONAL DE VENEZUELA CANAL INFORMATIVO, los sábados de 8.00 a 8.45 AM. Registro Productor Nacional
Independiente No.11610.)
Llega el día 11 de septiembre de
2011 en un convulsionado mundo en crisis- financiera, alimenticia, ecológica y
sobre todo ética- con predominio de
la violencia bélica para resolver los conflictos humanos entre las naciones en la ONU y OTAN y un incremento de la
cultura de la violencia delincuencial en la convivencia ciudadana y la
manipulación tecnológica con la mentira interesada en función del poder. Pero
también con esperanzadores movimientos de comunidades de buena voluntad, de
iniciativas internacionales de refundación de la ONU por parte del padre Miguel D´ Escoto- ex presidente de su Asamblea General y del Teólogo
Leonardo Boff, con amplios movimientos sociales de indignados y comunidades de
buena voluntad del mundo y con iniciativas promotoras
de paz por gobiernos responsables como los de la ALBA y del grupo emergente
BRICS –Brasil, Rusia, Indina, China y Suráfrica.
En 1973 un 11 S, en medio del
mundo bipolar Este-Oeste, la iniciativa democrática de cambio social pacífico
de la Unidad Popular
de Allende fue brutalmente cortada por un golpe militar, enmarcado en la
doctrina de la seguridad nacional defensora de dictaduras en centro y sur
América, con la influencia formativa de la Escuela de las Américas.
En 2001, en un mundo confrontado
entre el norte poderoso y el sur empobrecido, el presidente
Bush, luego del atentado a las torres gemelas, lanza su doctrina de guerra preventiva y afirma, “el que no esté con nosotros
está con los terroristas”. Y así la mentira de armas de destrucción masiva
sirve para invadir a Irak.
Hoy en Chile las comunidades de
buena voluntad apoyan a los estudiantes en la reivindicación de sus derechos
sociales afectados por la onda neoliberal. En todas partes hay un clamor por la
paz y el cuidado de la
Madre Tierra. Así, al analizar el caso de los jesuitas
asesinados en El Salvador 1989 en el marco de la doctrina de seguridad nacional
y su solución jurídica reciente, el teólogo de monseñor Romero Jon Sobrino (Monseñor
el caso de los Jesuitas y la esperanza. 04.09.2011) reflexiona para El Salvador
lo que tiene sentido para todo el mundo:
Aducir que el enjuiciamiento de los militares puede hacer peligrar el proceso de pacificación es mentira manifiesta, pues
no hay tal paz. Lo que hay que practicar
es la honradez con lo real. Por esa razón empezamos con esta cita de Monseñor.
“Los asesinatos, las torturas donde se queda tanta gente, el machetear y tirar
al mar. Esto es el imperio del infierno” (1 de julio, 1979)… En navidad
cantamos “paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”… Hoy, en sentido
estricto, en El Salvador ya no hay violencia bélica, pero en absoluto existe la
eirene griega (paz
como ausencia de violencia y de guerra)
Hay
homicidios a millares… San Lucas… al hablar de “paz” lo que tenía en mente
era el shalom de la Biblia:
la vida en común de los seres humanos, basada en la justicia y la verdad, en la
solidaridad y la reconciliación. En ella los pobres y las víctimas llegan a
tener, de verdad, carta de ciudadanía. Y en ella la paz fructifica en
fraternidad y gozo. Isaías lo dijo en una fórmula densa: “la paz es fruto de la
justicia”. Restablecer la paz requiere diálogo pero además “…la firme voluntad
de transformar las estructuras injustas de la sociedad. Sólo esa transformación
será capaz de eliminar las violencias concretas, opresivas,
represivas o espontáneas. No a la
pax romana, y no a la eirene griega absolutizada. Lo de Monseñor fue el shalom,
a lo que apunta importantemente la “transformación de las estructuras
injustas”. Que esta paz de Jesús se siga construyendo.