06/03/2012
CRISIS ÉTICA ORACIÓN.
por Textos destacados
La continua tensión bélica frente a Siria e Irán, las amenazas de desastres naturales ocasionadas por el maltrato a la Madre Tierra, las indignadas manifestaciones en Estados Unidos y Europa por el deterioro a la calidad de vida en medio de la crisis financiera, expresan una profunda crisis ética humana en este cambio de época. Para las comunidades cristianas, el tiempo de cuaresma, que precede a la Semana Santa, resulta un espacio especial de meditación. Tiempo de oración para fortalecer el espíritu en el sentido liberador del llamado de Jesús y su buena noticia de su Reino.
En este sentido el teólogo y pastoralista brasileño Frei Betto advierte que espiritualidad y religión se complementan pero no se confunden. “La religión es una institución, la religión una vivencia. En la religión se cree, en la espiritualidad se vive…la espiritualidad trasciende el ego y valora todas las religiones que promueven la vida y el bien. Hay que hacer de las religiones fuentes de espiritualidad, de práctica del amor y la justicia, de compasión y servicio. Jesús es el ejemplo de quien rompe con la religión esclerotizada de su tiempo y vive y anuncia una nueva espiritualidad alimentada en la vida comunitaria, centrada en una actitud amorosa, en la intimidad con Dios, en la justicia para con los pobres, en el perdón. De esa espiritualidad resultó el cristianismo…El fiel que practica todos los ritos de su religión, que acata los mandamientos y paga el diezmo, y sin embargo, es intolerante con quien no piensa o cree como él, podría ser un religioso óptimo, pero carece de espiritualidad. Es como una familia desprovista de amor. “. (Frei Betto. Espiritualidad y Religión. 13.12.2011).
Los fundamentalismos, la intolerancia que se vive en la crisis de humanidad actual con su enorme carga bélica y de violencia cotidiana delictual reflejan una gran debilidad espiritual. Una gran enfermedad social mundial. Que sin embargo, tiende a contrarrestarse con amplios movimientos sociales de comunidades de buena voluntad del mundo, las cuales, basadas en su propias fuentes espirituales alimentan la esperanza.
Es el llamado a la conversión, al nacer de nuevo, para fortalecer la vivencia espiritual con capacidad de trascendencia. Como una vida de entrega constructiva. Como la del teólogo de la liberación Giulio Girardi nacido en El Cairo 1926 y sembrado en las comunidades de buena voluntad del mundo el 26.02.2012 . Su vida de esfuerzo, recordada por su colega teólogo Juan José Tamayo, resultó fructífera influyendo en el gran aporte espiritual del Vaticano II en la Iglesia Católica, en el diálogo cristiano-marxista y en su compromiso de 30 años con América Latina. Uno de tantos hermanos de vida constructiva que continúan guiando el camino espiritual de las comunidades cristianas liberadoras de América Latina y el mundo.
Frente a los temores y las angustias de la crisis humana actual, se pregunta Leonardo Boff ”¿Acaso alguien conoce un camino espiritual que pueda llevarnos a trascender este contexto y abrirnos la perspectiva de la protección divina?. Tal vez por aquí se anuncie un camino liberador…estamos llamados a confiar en alguien Mayor que es bueno, solo bueno, infinitamente bueno, que nos conoce por nuestro nombre, que sabe los secretos de nuestro corazón y que es el señor del destino de nuestra vida. Es en este contexto de miedo y de confianza donde se dejan oír las palabras cantadas hace más de 3 mil años por el rey y poeta David: “El Señor es mi pastor, yo estoy contigo, soy tu hospedero y te invito a habitar conmigo en mi casa. Dios se ha dignado hacer de esta casa su propia Casa y de nosotros sus huéspedes y comensales.” (LBoff. El Señor es mi Pastor. Sal Terrae España 2005).