Mediante la articulación de bancos de alimentos, de centros verdes (Lugar autorizado por el municipio para ejecutar tareas de selección, acondicionamiento, enfardado, acopio de materiales factibles de valorizar y su comercialización),de circuitos municipales y universitarios, se pueden ofrecer respuestas cooperativas de salvaguarda y promoción a muchas familias postergadas y/o golpeadas por el covid, primordialmente “creando conciencia de que no se desperdicien alimentos ni sobrantes ricos cuando ya son demasiados los chicos que pasan hambre. No podemos darnos el lujo de despreciar lo que sobra. Estamos viviendo una cultura del descarte donde fácilmente hacemos sobrar no solo cosas sino personas”(papaFrancisco)
Prever y activar una estructura de contención para dichas familias de recuperadores, hace puntualmente al proyecto de extensión: "Cerrando el círculo: la cadena de valor del reciclaje en la ciudad de Córdoba y el rol de los recicladores de base", impulsado y sostenido por la Universidad Nacional de Córdoba.
Los recicladores en cuestión vienen trabajando con la Federación de Cartoneros y la Municipalidad tejiendo vínculos con el Ministerio de Equidad y de Economía Social, tratando de conjugar política pública provincial y municipal en función de conseguir la aplicación de un Programa de Erradicación de Basurales a Cielo Abierto que sea sustentable en el tiempo.
Se trata de una iniciativa del Programa Universitario “Puntos de Extensión”, en este caso desarrollado por la facultad de derecho en conjunto con la de ciencias económicas, que analiza las cadenas de valor de residuos sólidos reciclables gestionados por una Cooperativa: “La Victoria”, para aportar una herramienta que les permita mejorar su estrategia de reutilización y comercialización.
Este proyecto trabaja con recuperadores urbanos del asentamiento La Favela, situados en el barrio periférico cordobés de Villa Urquiza e involucra a diferentes actores y referentes de la comunidad para visibilizar a tal población en tanto sujetos activos de la economía circular, un subsistema económico que se manifiesta a través de otros modos de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción, la reutilización y el reciclaje, por encima del producir, usar y tirar.
El proyecto relacionado analiza las cadenas de valor con el fin de aportar una herramienta que les permita mejorar, y ampliar sus estrategias de recolección, acopios, valor agregado, reaprovechamiento e intercambios con dos impactos importantes: 1) un trabajo ecológico, necesario; 2) Una producción creativa que fraterniza y otorga la dignidad del propio trabajo.
La circularidad va más allá del reciclaje de residuos: una economía circular implica utilizar las materias primas de manera “más inteligente y cuidadosa, evitando el desperdicio y la contaminación”. Según el papa Francisco, “con el alimento que se tira se puede dar de comer a toda la gente hambrienta del mundo”
Gobiernos, organizaciones internacionales y el sector privado de todo el mundo han abordado el “papel crucial” de la economía circular cooperativa, una herramienta de progreso que permitiría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en alrededor del 20% y “debería ser parte integral” de los principios recogidos en el Acuerdo de París.
Durante el Foro Mundial de Economía Circular + Clima (WCEF), una conferencia digital que organizó Países Bajos, los gobiernos de diferentes países, organizaciones internacionales, instituciones educativas, representantes del sector privado y ciudadanos “han llamado la atención sobre la importancia de una economía circular para alcanzar cooperativamente los objetivos climáticos”, una transición que “el mundo necesita” con urgencia.
Finalmente, la clave de una palanca cooperativa circular, consiste en que, solo solidariamente juntos, podremos cerrar el círculo de la economía, una necesidad imperiosa para alcanzar la neutralidad climática en 2050”
Roberto Fermín Bertossi
Experto CoNEAU en Cooperativismo