La Cumbre del grupo de los 77 mas China, realizada en Santa Cruz,
Bolivia, resultó un espacio de profunda reflexión ética sobre el estilo de
desarrollo mundial y el aporte imprescindible a impulsar por los 133 países
miembros, más China y los movimientos sociales, para salvar a la humanidad del
rumbo depredador actual.
Como señala el Presidente de Bolivia en su inauguración, el
15.06.2014, debido a la codicia del capitalismo, “los derechos de los pueblos
están en peligro, la promesa de igualdad de justicia planetaria está, cada vez,
más lejana y la existencia de la naturaleza es amenazada por la extinción.
Hemos llegado al límite y tenemos que tomar acciones mundiales, conjuntas, para
salvar la vida a la humanidad y a la Madre Tierra”, explicó. “Existe una manera
injusta de concentrar la riqueza y una forma depredadora de destruir la
naturaleza, estas han generado una crisis estructural que se vuelve insostenible
en el tiempo. Identificó a la crisis como financiera, energética, climática,
hídrica, alimentaria, institucional y de valores. “Es una crisis de la
civilización capitalista que afecta, especialmente a los pueblos del sur”.
Morales explicó que gracias a la lucha de los movimientos
sociales, “traducida en una revolución democrática y cultural, en Bolivia se
construye una realidad donde priman el equilibrio, la complementariedad,
el consenso de la identidad propia y del vivir bien”.
Están presentes en estas reflexiones, los criterios de desarrollo
asumidos en los países. Que vienen desde el crecimiento a cualquier precio, con
máxima rentabilidad y mínimo costo, con base a la competencia y a la no
responsabilidad de los Estados en la economía -como se plantea en el modelo
neoliberal, fondomonetarista- frente a
los criterios de desarrollo humano y sustentable, con responsabilidad social y
frente a la Madre Tierra.
Así, pese a la tensión interna y a la masiva divulgación contraria
comunicacional, el camino constitucional
de cambio asumido en Venezuela, según plantea Elías Eljuri, presidente del Instituto
Nacional de Estadística, a pesar de los problemas de inflación y de escasez,
así como la corrupción y la inseguridad que persisten y requieren superarse, ha
logrado bajar los niveles de pobreza medida por necesidades básicas
insatisfechas. Se logran mejoras en acceso a la educación, disminución del
hacinamiento en los hogares y viviendas sin servicios básicos. Bajando la
pobreza de 10,8% en 1999 a 5.5% en 2013.
Lograr estos cambios democráticos pacíficos a nivel mundial con
integración solidaria, se refuerza con el lapidario juicio ético del Papa Francisco
expresado en reciente entrevista, luego de su histórica sesión de oración por
la paz con los presidentes de Israel y Palestina en el Vaticano el 12.06.2014: “Creo
que estamos en un sistema mundial económico que no es bueno. En el centro de
todo sistema económico debe estar el hombre, el hombre y la mujer, y todo lo
demás debe estar al servicio de este hombre. Pero nosotros hemos puesto al
dinero en el centro, al dios dinero. Hemos caído en un pecado de idolatría, la
idolatría del dinero”. Juicio ético que refuerza la necesidad del cambio global,
hacia un desarrollo humano, responsable y del buen vivir como construcción de
la paz duradera.