Roberto
Fermín Bertossi
Investigador
CIJS / UNC
El día 11 de junio
concluirá la ansiada espera del mentado segundo semestre y entonces, tendrá
comienzo y visibilidad para los argentinos, los mejores efectos de un giro
copernicano en la política, mediante un
tiempo de inflexión traducido en un cambio gradual, paulatino,
proactivo, duradero, regenerador y salutífero en su calidad de vida; todo ello
gracias al inicio de una “drástica caída de la inflación”, entendiendo la palabra “drástica” como lo que es y
significa: “radical, rigurosa, severa, o que se produce de esa forma”, y, a “la
inflación”, como al peor castigo e impuesto para los pobres y empobrecidos,
dado que la misma provoca que el precio o las tarifas de los bienes y servicios
se incrementen, o que el valor del dinero disminuya, lo que afecta el poder
adquisitivo de las personas. La gente pobre devenga muy pocos ingresos, y
cualquier incremento en la inflación disminuye su ya escasa capacidad
adquisitiva, por lo que le imposibilita el acceso a buena parte de los bienes y
servicios. La inflación puede llevar a una familia no tan pobre a la extrema
pobreza en la medida que el mayor número de los bienes y servicios necesarios,
se vuelven inalcanzables para la mayoría de las personas, como consecuencia del
crecimiento generalizado (y desmesurado)
de precios y tarifas.
El vocablo “drástico” fue
usado en forma coincidente por la plana mayor del Ejecutivo nacional. En
efecto, el Lic. Alfonso Prat-Gay, Ministro de Hacienda y Finanzas Públicas de
la Nación afirmó el 20 de abril ppdo. que
en la segunda mitad del año la inflación aterrizará drásticamente, para
ubicarse en "cerca del 1% mensual". Otro tanto aconteció con el
ministro del Interior, Rogelio Frigerio,
quien ratificó: “el 24 de mayo ppdo., que en el segundo semestre del año
bajará “drásticamente” la inflación” (lo
que implica que se reactiva el consumo, se reactiva la economía y con las
inversiones anunciadas se generan nuevos puestos de trabajo para volver a
crecer) “, porque desde diciembre venimos aplicando las
políticas indicadas”, cuando asumió el nuevo gobierno”. Si quedaba alguna duda
al respecto, el propio presidente Mauricio Macri acaba de ratificar todo eso,
remarcando recién no más, el 31 de mayo ppdo. en la ciudad de Santiago del
Estero que: “la inflación bajará drásticamente en el segundo semestre de este
año”.
11
J
La realidad de los datos
estadísticos oficiales al día 11 de julio, no podrán ser entonces, de ninguna
manera (si
de credibilidad y confianza se trata), un mentís
irrefutable a todo lo prometido y
comprometido oficialmente, una y otra vez en lo que va del corriente año.
Claramente, así como los
ajustes fueron “drásticos”, los beneficios e incrementos de “ciudadanía”,
bienestar y calidad de vida a partir del día 11 de junio de 2016, deberán ser
ecuánime y simétricamente “drásticos”.
No hay excusas como no las
tuvo ningún ciudadano-contribuyente-usuario y consumidor cuando le fueron
llegando este año los cedulones, las facturas y facturones con ajustes tan
desconcertantes cuando no, tremendos.
Igualmente,
no se nos escapa que lo drástico no pasa solo por el bolsillo de la gente. Por
el contrario, admitimos que con este gobierno se produjo claramente también, un
cambio drástico y elogiable de paradigma, de métodos y modos de hacer política, lo cual de por sí, en general, nos ha
tranquilizado socialmente a punto tal que ya hemos olvidado drásticamente, un
exasperante estado generalizado de crispación en el que vivíamos los argentinos, poco tiempo
atrás.
Inaudito…
Atónitamente, la señora
vicepresidente Gabriela Michetti acaba de proferir un enrevesado ex abrupto
político, asegurando este 5 de junio ppdo. que el alivio en la vida familiar no
llegará en el segundo semestre sino que habrá que esperar hasta el primer
trimestre de 2017 para sentir "una reactivación" de la economía.
Conclusivamente, ante el
estupor, el desconcierto y la perplejidad provocadas por las contradictorias
palabras de Michetti y ante sacrificios
nunca compartidos por los que más pueden; exijamos democráticamente ver y
sentir la mejoría en términos de “ciudadanía”
que implica este “segundo semestre”
según lo comprometido por el gobierno nacional -cuyos méritos en
gobernanza destacamos-, sin perjuicio ni demoras en la recuperación del dinero
público del ogro filantrópico[1] de la corrupción, el de las jubilaciones de
privilegio, etc., porque, ¿había que cambiar?: Si,
¿habría que volver atrás?: No... entonces, descontando que las
palabras de la número dos del ejecutivo nacional se reducen a un desafortunado ex abrupto, confiemos con
determinación y renovada esperanza, vaya mejorando desde ahora mismo, la
dignidad y calidad de vida de la gente, según lo parejamente prometido y
ratificado, oficialmente.
Primer
semestre: Mauricio
Macri asumió la presidencia el 10 de diciembre de 2015
Segundo
semestre: Iniciará
el día 11 de Junio de 2016
[1] Octavio Paz