Durante
la presidencia de Marcelo Torcuato de Alvear (1922/28), el cooperativismo
argentino recibió importantísimos espaldarazos institucionales e incentivos, tanto
legales como crediticios mediante dos leyes
fundamentales. Hablamos de las 11.380 y 11.388.
La
primera autorizó al Banco de la Nación Argentina y al Banco Hipotecario
Nacional para hacer préstamos especiales a las cooperativas, con o sin amortización y a plazo mayor de los
seis meses de los que fijaba el reglamento bancario central, entonces vigente.
Concomitantemente
su artículo 2º autorizó también al Banco Hipotecario Nacional para otorgar préstamos a las cooperativas favoreciendo y
facilitando la construcción de depósitos, graneros, elevadores, instalaciones
de industria lechera y otras que tengan por objeto la industrialización de las
materias primas de producción nacional.
También
dispuso el otorgamiento de préstamos
´blandos´ para la compra de campos o terrenos, destinados a ser entregados en
propiedad a los asociados cooperativos
en lotes, para formar en ellos chacras o granjas y edificar sus
casa-habitación. El dispositivo facultaba que estos préstamos podían acordarse
hasta el 80 % del valor de tasación y el Banco retener un tanto por ciento para
entregarlo cuando estuvieran construidas las obras afectadas.
El
contenido normativo se completaba señalando que los graneros y elevadores que
construyeran esas cooperativas, podían ocupar el terreno necesario sobre las
líneas y estaciones de los ferrocarriles, en condiciones de poder cargar
directamente a vagones.
Por último la ley 11.380 dispuso que las cooperativas quedaban
exentas de los siguientes impuestos nacionales: a) Papel sellado y timbre para los actos de
constitución, reconocimiento, registro y funcionamiento interno; b) De toda contribución sobre el valor de los
edificios y construcciones; c) Patentes, salvo elaboración o despacho de bebidas alcohólicas, tabacos y
naipes.
Así las cosas, el actual presidente del Instituto Nacional
de Asociativismo y Economía Social (INAES u Organismo corporativo implementado
por el Facto) Marcelo COLLOMB acaba de anunciar que desde esa instancia que él
preside, van a subsidiar 5 puntos de la tasa que cobra el Nación a las
Cooperativas argentinas.
Los fondos para financiar ese subsidio provendrían -arbitraria
y unitariamente- de los tributos
recaudados en virtud de la Ley 23.427 o Fondo de Educación y Promoción Cooperativa,
fondo coparticipable que se vieron obligadas a conformar las cooperativas argentinas mediante
aportes obligatorios (con desvíos de
nación y provincias).
En el mejor de los casos y previa autorización del
Congreso Nacional, el Inaes podría gestionarlo federalmente subordinándose a su
afectación legal insoslayable, esto es: “a) Promover mediante los programas
pertinentes la educación cooperativa en todos los niveles de enseñanza
primaria, secundaria y terciaria; b) Promover la creación y desarrollo de
cooperativas en todos los ciclos del quehacer económico, producción primaria y
fabril, comercial, de servicios, vivienda, trabajo y consumo; c) Asesorar a las
personas e instituciones sobre los beneficios que otorga la forma cooperativa
de asociarse, previstas en el decreto-ley 20.337 o aquella que en el futuro la
modifique o sustituya; d) Promover la
creación y funcionamiento de cooperativas que tengan por objeto elevar el nivel
de vida de las comunidades aborígenes”.
Esa ley 11.388 dotó al cooperativismo de su único régimen
legal democrático conocido, legislación republicana abrogado por el decreto
20.337 de la dictadura corporativa del año 1973´, atónitamente aún vigente.
Finalmente lejos estamos de emular las leyes 11.380,
11.388 y 23.427 (Alfonsín), dado el perfil antifederal del Inaes, conforme las propias manifestaciones
de su titular quién -en un reportaje
concedido a El Cronista Comercial este 26 de marzo-, confesó: “el año pasado
aprobamos un acuerdo con el fideicomiso del Banco de la Provincia de Buenos
Aires, que da préstamos para cooperativas de servicios públicos a una tasa del
20%, sobre la que nosotros –remató- vamos a subsidiar 8 puntos.
Claramente, sólo las cooperativas bonaerenses tendrían un
subsidio del 5% más este 8%, en tanto las del resto del interior deberían
conformarse con apenas un 5% anunciado por Collomb.
Roberto
Fermín Bertossi
Experto CoNEAU / Cooperativismo