En la última semana,
la región más deforestada del país ha estado en la mira por cuenta de incendios
cercanos a
importantes áreas
protegidas. Las autoridades locales están
tomando medidas
desesperadas como controlar el tamaño de
·
las motosierras.
La semana pasada el
famoso científico Thomas Lovejoy y el profesor de Ciencias Ambietalesen la
Universidad George Mason de Estados Unidos y el profesor Carlos Nobre, miembro
de la Academia de Ciencias de Brasil, escribieron un alarmante editorial en la
revista Cience Advances y lo titularon,”El punto de no retorno de la Amazonía”.La
pregunta era clave: cuanta deforestación se requiere para hacer que el ciclo
del agua se degrade hasta el punto de no poder soportar los ecosistemas de
la selva tropical?
¿Cuánta deforestación hará que la Amazonia llegue a un punto de no retorno? (Lea
el editorial) Sus cálculos sugieren que en los últimos 50 años, la
deforestación ha
acabado con el 17 % de la vegetación de la
Amazonia, y si se
llega al 20%-25%, la conexión hidrológica
entre los Andes, esa
región y el Atlántico se volvería
insostenible,
afectando el sur de Paraguay, el sur de Brasil,
Uruguay y el
centro-oriente de Argentina
Los bosques
amazónicos de Colombia no se quedan atrás.
Desde hace un par de
años, se dice que la deforestación es el
mayor problema
ambiental del país. El más reciente reporte del
Ideam reveló que el
70 % de la deforestación se concentra en la
Amazonia, sobre todo
en municipios como San Vicente del
Caguán, Cartagena del
Chairá (Caquetá), La Macarena (Meta),
Puerto Guzmán, Puerto
Asís (Putumayo) y San José del Guaviare
(Guaviare). El único
municipio reincidente que no es amazónico
es Tibú (Norte de
Santander).
A este panorama
preocupante se suma la calamidad pública en
Guaviare, que ha
estado en la mira esta semana por cuenta de
los 24 incendios que
en los últimos siete días han calcinado un
número aún
indeterminado de hectáreas de bosque y pastizales.
De acuerdo con el
Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible, los
organismos de control han logrado liquidar 10
incendios y controlar
siete en la última semana, pero a pesar de
los esfuerzos, aún
hay siete fuera de control, sólo en la serranía
·
de La Lindosa. La
semana pasada, un incendio que duró 10 días
arrasón 2.600
hectáreas,cerca del área protegida de la sierra de
La Macarena, vital
para la conexión entre la Orinoquia y la
Amazonia, y persisten
unos 30 fuegos más cerca de los ríos
Ariari y Guayabero,
de San José del Guaviare y de la zona de
ampliación
del Parque Nacional Chibiriquete La premonición de Lovejoy y Nobre, los
cálculos del Ideam y la
crisis ambiental que viven Guaviare y el sur del Meta
son tres
señales de un mismo aspecto: cada vez entendemos mejor
el
fenómeno de la deforestación en la Amazonia. El Ideam
pulió sus
informes de deforestación y pasó de publicarlos cada
cinco años
a informar cada trimestre; el Sinchi emite alertas
diarias de
fuegos en la región, y el Ministerio de Medio
Ambiente, incluso la
·
Fiscalía encargada de
asuntos ambientales cada vez tiene más
claridad de dónde y
porqué se deforesta en la Amazonia
colombiana, a tal
punto que tiene 90 procesos en marcha por
delitos ambientales,
o sea, por quemar y deforestar.
Por otro lado, aunque
ahora lo entendamos, no hemos podido
controlar la deforestación
y ya se nos salió de las manos.
Aplazar la meta de
cero deforestación
En conversación con El
Espectador, el ministro de Ambiente,
Luis Gilberto
Murillo, declaró que “la meta de cero deforestación
para 2020 va a ser
muy difícil de cumplir. Hay quienes sugieren
que se puede /jar una
nueva meta para 2022, otros para 2025.
Todo indica que la
tala, los incendios y la situación de orden
público van a llevar
a un aumento en la deforestación. No por