A partir del 1 de enero del
2020 será comunitaria y cooperativa la vida individual y colectiva de la
humanidad, en el planeta tierra y en el universo al que pertenece, con plena
satisfacción de sus verdaderas necesidades humanas y a partir de organizaciones
y asociaciones construidas desde sus cimientos durante la presente década. Lo
anterior es el planteamiento genérico, del Acuerdo Universal sobre la Sociedad
de la Humanidad. El documento fue aprobado hoy, en sesión de teleconferencia
del Comité Promotor del Cuarto Manifiesto de Chetumal: a los Habitantes del
Planeta Tierra 4MC, que fue moderada desde las instalaciones del Centro de
Estudios de Problemas de Coyuntura, Previsión y Prospectiva AC CEPROS, en esta
ciudad del Caribe Mexicano.
El documento, analizado y
discutido a lo largo de mas de cuatro horas, fue formulado y presentado por el
Dr. Xavier Gamboa Villafranca, en tanto coordinador de la subcomisión
integradora de 376 opiniones que voluntarios de todo el mundo remitieron al Observatorio
Ciudadano de Política e Ideología OCPI en el transcurso de los dos últimos
años. Se establece, además, que la vida comunitaria, cooperativa y solidaria
del género humano dentro de 8 años, será sustentada por todas las fuerzas
económicas, políticas e ideológicas del mundo; incluso por aquellas que antes
del 2010 se oponían a la satisfacción –con alta calidad, equidad y
proporcionalidad en los recursos aplicados- de las necesidades humanas
elementales (de tierra, aire, agua, alimento, salud, educación, auto
determinación mental, vivienda, vestido, entre otros).
El profesor Gamboa
Villafranca explica que otras 19 características de la sociedad humana a partir
del 2020, son incluidas en el Acuerdo Universal sobre la Vida Comunitaria de la
Humanidad. Menciona algunas de ellas. Estructuras sociales totalmente nuevas,
harán posible cadenas productivas innovadas en su esencia y garantizarán la
continuidad histórica, como medio para el progreso ininterrumpido de la
humanidad. La tenencia social de la tierra habrá sido rescatada. Se habrá revertido
la expoliación que durante tres mil años practicaron las plutocracias y
oligarquías del planeta. Cada ser humano habrá retomado efectivamente su
calidad, digna y esencial, de productor y labrador que le pertenece al planeta
tierra.
La creatividad e inventiva
individual para producir bienes y servicios necesarios –tangibles e
intangibles- estará en la base de sistemas basados en el trabajo colectivo
comunitariamente responsable a escala local, global y universal. Será vigente
un pensamiento social que refleja los avances hacia el progreso integral y la
justicia social del género humano. La satisfacción efectiva de las necesidades
humanas estará garantizada por un marco jurídico simple, adoptado por acuerdo,
consenso, convención y conciliación. Todos los habitantes del mundo gozarán de
una educación comunitariamente responsable que es el medio para garantizar la
satisfacción de las necesidades humanas. El ser humano tendrá irrestricta
libertad para acceder al conocimiento científico de frontera, y para apropiarse
de él, innovarlo y aplicarlo en beneficio universal, planetario, comunitario y
de sí mismo. Los alimentos y bebidas que se consuman, serán productos naturales
cuyas cualidades tienen impacto positivo sobre el desarrollo de la salud
individual y pública, tanto en términos mentales como fisiológicos del ser
humano.
La energía mental del ser
humano se habrá incorporado sin cortapisas a la producción y será un importante
factor, para que individuos y colectividades del planeta tierra tengan
progresivamente satisfechas sus necesidades físico-intelectuales, en el
contexto del universo de que forman parte indisoluble. Los medios de
comunicación colectiva serán comunitarios, en tanto entes que INFORMAN
(identifican, describen, caracterizan) a la humanidad sobre hechos y eventos a
nivel local y global; realizan genuina y objetiva investigación; y, en la
comunidad planetaria, coadyuvan en el ejercicio de la función de educar a lo
largo de los lineamientos del Consenso de la Humanidad Terráquea y Universal
del Tercer Milenio.
Habrá desaparecido -por
estar proscrito- el flujo internacional de capitales, en tanto mecanismo
pretéritamente usado para el control y robo de los pueblos, así como el tributo
de localidades y asociaciones a plutocracias y oligarquías del planeta tierra.
En el globo terráqueo existirán las localidades que hayan decidido sus
respectivas colectividades humanas, por corresponder a su identidad individual
y colectiva. El asentamiento, traslado y movilización de todo ser humano se
realiza -dentro y fuera del planeta tierra-, con total libertad. El transporte
y arraigo extraplanetario –de personas, seres y bienes- será una actividad
comunitaria del género humano en su conjunto, totalmente desvinculada de fines
de lucro de individuos o grupos.